"Buenos días,hermana" así empiezan la mayoría de días con ella, con sus buenos días y su increíble sonrisa que nunca falla. Luego sigue viéndonos en el instituto,cuando a ella se le olvida esperarme en la puerta y ahí está nuestra primera "bronca". Después, me vacila agachándose hasta llegar a mi altura y ahí sigue nuestra segunda "bronca". Luego, nos vacilamos, nos acordamos de las tonterías del día anterior, de los donuts, las barras de pan, los caracoles, pero ahí no hay ninguna "bronca", sino miles de sonrisas.
Es bueno saber que cuando lo necesites, cuando todo se tuerza o esté mal, va a estar ella ahí al lado o debajo si te caes, para levantarte. Que ella te de un rincón donde reír, donde llorar y donde apoyarte. Ella es tener un número al que llamar cuando pierdes la cabeza y no sabes para que lado ir. Ella me enseñó que los problemas nunca son tan grandes como parecen, y que las heridas duelen, pero tarde o temprano cicatrizan.