Si la vida son cuatro dias, tendré que fingir la sonrisa dos más. La vida son llantos, lamentos, huidas y un borracho tarareando una canción a las cuatro de la mañana debajo de mi ventana. Son niños, jovénes y ancianos. No hay perdón y por supesto tampoco segundas oportunidades. Si la vida son cuatro dias y no me he atrevido a tirarme el cuarto, ha sido por miedo. Falta verdad, me faltan horas de sueño y me sobra el estrés. Bebo para olvidarme de ti, me fumo todos mis pecados, me atacan por todos lados, me escondo de la soledad y de repente me pierdo. Tampoco puedo confiar. No creo en las palabras, y menos en las promesas. Al final son solo una prueba del engaño que lleva el aire para hacerme sentir todavía más estúpida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario