Quiero una botella lleva de sonrisas.

¿Qué por qué me río? Porque quiero. Me da igual que me salga del culo, del pie o del alma. Y porque he decidido que los 365 días del año los voy a pasar con una sonrisa en mi cara. Pase lo que pase. Me los pasaré acostandome con una sonrisa cada noche, es más, me atrevería a decir que con las mejores sonrisas que nadie a visto nunca. Será una gran positividad la que invada mi cabeza todos los días, porque me dí cuenta de que las cosas con una sonrisa son mucho más fáciles y llevaderas. Que si con el tiempo los sueños se transforman en realidades se lo debo a mis sonrisas.